“La forma en la que pienso sobre el vídeo web es la forma en la que pienso acerca de la web 2.0″, aseguró Tim Shey, director de YouTube Next Lab. “Las compañías de la web 2.0 no pasan años creando su plataforma y después la lanzan y cruzan los dedos… la lanzas con el set mínimo de funciones que necesitas para que tu audiencia esté contenta. Y después actualizar y mejorar”.
Que la gente se quede pegada a la pantalla hasta que termine el vídeo es uno de los objetivos por los que está apostando YouTube. Además, están invirtiendo muchísimo en contenidos de alta calidad, recompensando a los vídeos que retienen a espectadores y no sólo los atraen y dándoles un trato de favor a estos vídeos en las búsquedas y sugerencias. Como resultado de estas acciones el tiempo que se pasa en YouTube ha crecido y los espectadores ya ven 4.000 millones de horas de vídeo mensuales.
Según Shey, gracias a los datos los creadores de contenidos pueden crear vídeos que atraigan al público. “Especialmente si hacer contenidos largos, puedes entender realmente en qué punto la gente rebobina y ve partes del vídeo una y otra vez, saltan algunas partes, y lo abandonan. Puedes analizar los vídeos y ver hasta dónde se están viendo y después intentar entender por qué”.
Pero quizás los contenidos en formatos largos no funcionarían tan bien online como algunos quieren creen. Sería muy caro para compañías o productoras que crean contenidos realizar vídeos largos para colgar en sus canales de YouTube. Además, según ha explicado en FastCo. Kevin Law, co-director de Howcast y CEO de Uncommon Content Partners, los datos no son tan útiles a la hora de tomar decisiones de programación. “Haces un vídeo sobre cómo arreglar un neumático pinchado porque te diriges a una necesidad individual. No es que la persona que arregla un neumático pinchado quiera ver un programa sobre coches”, explicó.
Eso sí, Law también reconoció que “cuando estás entreteniendo a alguien es más subjetivo. Estás intentando anticipar qué va a hacer a alguien llorar, o reír, o le va a inspirar”. En el proceso creativo, a pesar de la importancia del arte, la ciencia no puede quedar fuera. Hay que entender cómo se realizan las búsquedas o desde dónde se llega a esos contenidos, además de que la mayoría de los usuarios nunca verá una serie entera de vídeos de forma regular igual que hace en la televisión.
Desde luego los datos sirven para cambiar la forma en que se promocionan los vídeos, y finalmente servirán para tomar decisiones sobre qué programas se desechan y cuáles tienen sus propios canales. “Es una combinación interesante de arte y ciencia. No creo que nunca haya existido con la fuerza que lo hace ahora, para la programación de vídeo, gracias a la web”.
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